Buñuelo y Natilla, ¿una tradición colombiana?
A puertas de celebrar una época tan especial y de tomarse algunas libertades en la dieta, queremos hablar de dos delicias de las que estamos seguros, ¡Nadie puede resistirse!
El Buñuelo y la Natilla, productos que guardan una estrecha relación con nuestro corazón y que por estas fechas, nunca faltan en el hogar, así que en ICPP queremos contarte un poco de su historia a través de este articulo.
Es bien sabido que tanto la Natilla como los Buñuelos, llevan siglos existiendo y aunque se pueden comer en cualquier momento del año, hay una razón especial por la cual en navidad se hace tan popular.
Desde crudo para hacerlos en casa o listos para solo ponerlos en la mesa y disfrutar su sabor, el Buñuelo y la Natilla siguen acompañando perfectamente todos los momentos de reunión familiar o con amigos ¡Navidad es época de disfrutar! De eso no caben dudas.
Sin embargo, expertos afirman que estos tradicionales manjares, no son del todo propias, sino más bien, una herencia de española con algo de influencia árabe ¡Así es! El Buñuelo propiamente no nace en Colombia y aunque no sea una creación de nuestros pueblos, el caso es que acá lo disfrutamos y lo sentimos complemente colombiano.
Tanto así, que hemos modificado esa técnica que llegó un día con los colonos y su aspecto ha cambiado trascendentalmente y la forma actual del Buñuelo, es totalmente diferente de su original ¡Hicimos la tarea y lo colombianizamos!
Finalmente de la Natilla se dice que es posible que su procedencia venga de las coladas de harina españolas, pero su resultado final, ha cambiado través de los años, convirtiéndose en un postre muy cercano a los flanes y pudines que se hacían con gelatinas en España hace cientos de años.
Sea cuál sea la historia, seguiremos disfrutando de su textura y sabor inolvidables en navidad o en cualquier época del año, porque los antojos no tienen fecha ni hora.